ALGUIEN QUE PUEDA ESCUCHARME

Si me he decidido a hacerte partícipe de todo esto, es porque he tomado conciencia de que mis últimos días están próximos. Esta misma mañana, he recibido la visita de un agente del FBI, una mujer, para ser más exactos.

No, de momento no sospechan de mí, pero solo es cuestión de tiempo para que comiencen a atar cabos. Quizá es el momento para que yo… confiese.

Que me he divertido con mis actos es algo que no puedo obviar, es más, trataré de reflejar con mi pluma las sensaciones de placer y orgullo que he ido experimentado con todas y cada una de las muertes que he causado.

No me considero nadie especial y tampoco soy muy diferente a ti. Mi vida está manchada de sangre y esa sangre puede salpicar la pantalla que tienes frente a tus ojos. Si tú disfrutas conmigo, me llenará de satisfacción. Por eso te tiendo la mano, para que la cojas y aceptes un viaje hacia mi propio interior, donde los gritos de mis aterrorizadas víctimas son ahogados por el horror de mis abominables actos.

Ni me conoces ni te diré quién soy, al menos de momento, pero me alegra saber que has aceptado mi invitación.

Recordar todo lo que he hecho me obligará a escuchar de nuevo esas quejas inútiles de las vidas que he cortado. Volveré a ver sus rostros angustiosos, asfixiados por el terror. Admito que todo habría permanecido en el más absoluto secreto si esta mujer no hubiera llamado a mi puerta, pero lo ha hecho y, de algún modo, es a ella, solo a ella, a quien hay que agradecérselo.

Al abrir la puerta descubrí a una mujer alta, quizá más que yo, con una amplia melena castaña adornando su espalda. Debería tener treinta o treinta y cinco años, buen cuerpo, atractiva, pero con el rostro curtido por una expresión dura. Supe enseguida que era una policía. Instantes después de mi deducción me colocó la placa frente a los ojos.

-FBI.-dije entre dientes.

Mencionó mi nombre y asentí con la cabeza. Quiso pasar y no se lo impedí, no era la primera vez que dejaba entrar en mi casa a una atractiva mujer, pero raramente acostumbraban a salir… con vida.

No me puse nervioso. Esperaba este momento. Era cuestión de tiempo y ese tiempo ya ha llegado. Siempre he sabido que debo asumir las consecuencias de mis depravaciones, pero, todo hay que decirlo, de momento los hilos los sigo manejando yo.

Tras una pequeña conversación con la agente del FBI, descubrí que aunque en realidad me estaban buscando a mí, no tenían ni idea de quién era yo. Los federales daban palos de ciego, y si habían llamado a mi puerta fue por un acto desesperado por encontrar pistas para atrapar al asesino que, durante varios meses, había sembrado la ciudad de cadáveres mutilados. Y ese asesino soy yo.

Miré a la agente del FBI. Alta como el diablo, metida en unos pantalones vaqueros de color gris. Largas piernas. Bonitas, sin duda. Sonreí levemente al ofrecerle algo de beber, pero ella rechazó mi invitación con un gesto de su cabeza.

Acepto su negativa. Está de servicio.

Contesto a sus preguntas. Simplemente me ha preguntado si soy dueño de un determinado coche, que ha sido visto en un paraje donde se ha encontrado el cuerpo de una de las víctimas, mejor dicho, lo que quedaba del cuerpo de una de mis víctimas. Le hago entender que hay un error. Yo no tengo coche. Puede comprobarlo. Nada va a descubrir.

Quiere despedirse de mí, pero yo no puedo dejarla marchar. Ha captado el brillo de mis ojos, tal vez ha reconocido en mi mirada la de un hombre peligroso. Se lleva la mano a la cintura, pretende sacar su arma. No le da tiempo. Me he abalanzado sobre ella y la he golpeado en la mandíbula. Cae redonda al suelo.

Está indefensa, como las otras. La observo. Es hermosa. Como las otras. Tiene los ojos cerrados, como las otras.

La agarro por los brazos y la bajo al sótano. Hoy está vacío.

-Perdona que huela mal. Es normal. Apesta a mierda y pis. Pero eso ya lo descubrirás por ti misma.

No me oye, pero pronto descubrirá lo que quiero decir. Solo tiene que despertar. Y gritará, como las otras, hasta que su garganta se rompa por el esfuerzo. Y nadie acudirá en su ayuda. La contemplaré, viendo como trata desesperadamente de arrancarse las cadenas que la aprisionan, pero las cadenas tirarán de su cuello, las cadenas tirarán de sus tobillos, las cadenas tirarán de sus muñecas.

Nadie se merece sufrir tanto y poco le haré sufrir, su cuerpo podría acabar hecho pedazos, como las otras, pero para ella tengo otro plan.

No la mataré. Me lo he planteado, pero desecho la idea. En un primer momento había pensado en otorgarle el mismo destino que a las anteriores, convertirla en un rostro apagado más, en un ser humano sin valor alguno. Vaciar sus ojos, cortar sus pechos, arrancarle los dientes y la lengua son cosas que quizá no se merece. Sé que nadie se lo merece, ni siquiera las otras, pero ella es un agente del FBI, una persona que quizá pueda escucharme, que tal vez pueda entenderme.

No, definitivamente no la mataré. La usaré en mi propio beneficio. Sí. Ella será la persona que conozca todos mis secretos, todo el horror que he creado, lo monstruoso que puedo llegar a ser. Sí. A ella le contaré todo, todo. Necesito hablar con alguien, liberar el monstruo que llevo en mi interior, sincerarme. Y ella quiere saber. Esta dispuesta a escucharme. Y tú serás testigo de ello.

Y aquí me ves, escribiendo estas líneas en un pequeño portátil que apenas ilumina el sótano donde la tengo encerrada. Estoy junto a ella, esperando que despierte y cuando lo haga podré mantener largas conversaciones, en las que le enseñaré mi demonio interior.

Escuchará, tiene que escucharme, lo hará porque no tiene otra opción.

Simplemente estoy esperando que despierte…

CONTINUARA

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un cabroncete. Dicho y hecho. Eres la reostia.

Anónimo dijo...

En prime rlugar enhorabuena por lo del concurso y en segundo lugar me ahs dejado con la intriga, espero leer la segunda parte del relato.

Anónimo dijo...

Joder tío, a veces me das miedo

Anónimo dijo...

Miedo, lo que se dice miedo...no me da..pero muero por saber lo que le vas a decir a la mina!!!

Eso me da mas asquito que miedo!!!

Pero, como dije hace un tiempo, me gusta!!

Gloria

Anónimo dijo...

Menos mal que se que no tienes sótano en casa ¡jajajaja!
Rain espero con gusto la continuación, haber que nos depara tu imaginación maquiavélica…

Anónimo dijo...

Ya queda menos para verte firmando libros, Rain que bueno eres, soy fan tuyo y del Ribas.

Anónimo dijo...

Mantienes el suspense hasta el final y después dejas las cosas con un continuara, la verdad es que estoy impaciente por ver como evoluciona el relato. Interesante.

Anónimo dijo...

Me gustó el ritmo narrativo, espero que mantengas la tensión en el próximo.

Anónimo dijo...

Rain sabes como dejarnos en vilo...

Anónimo dijo...

En primer lugar muchas gracias por todos vuestros comentarios, críticas, sugerencias y apoyo. Espero iros complaciendo a todos y cada uno de vosotros.

Muchos son los que me han preguntado si habrá continuación al relato \\\"Alguien que pueda escucharme\\\" y no solamente escribiré una segunda parte sino varias más, ya que se trata de una sección del blog (\\\"Conversaciones de una Mente Enferma\\\") donde iremos descubriendo los secretos de su protagonista, secretos que a día de hoy, incluso yo mismo desconozco.

No obstante, os pido paciencia, porque primero le toca el turno a un relato independiente y después a otra de las aventuras de Daniel Ribas, también solicitado por muchos de vosotros. Después es posible que retome la historia del asesino si el tiempo y la actualidad no lo impiden, lo que está claro es que no puedo dejar a una agente del FBI encadenada en un sótano, al menos no sin sufrir un poquito más...

Un abrazo de Rain y gracias por seguir mi trabajo.

Anónimo dijo...

Dios que buena historia! No es miedo de lo que me llena, no se por que... es algo mas ¿intriga? no se.. pero simplemente es genial lo que escribes...

¿Lo continuaras? ¡esperemos que si!

Anónimo dijo...

Saludos
te encontado por mis localidades y e decidido pasar a visitarte, eres interesante muchacho, no se si te sea una critica muy objetiva para este trozo de escritura en especifico, puesto, que tengo debilidad por las narrativas en primera persona y mas aun si son pertenesientes a una mente retrocida y depravada, asi que solo te dire que me gusta, me parece que tienes una gran capacidad y te felicito por el uso de la cursiva que es una herramienta que la mayoria de los que tendemos a intenar escribir pasamos por alto

espero con tinues con tus escritos, y espero verte mas seguido por mi blog, aproposito, te molesta si te enlaso?

Anónimo dijo...

Quiero expresar mi agradecimiento a José Luis Velarde por reproducir este relato en su web.
Puedes echarle un vistazo en http://www.angelfire.com/va3/literatura/

Ms. Davis dijo...

ya se va a cumplir un año y la espera continua, quizas tu asesino murioen la espera,puesto que con una agente en el sotano es dificl que alla logrado sobrevivir sin dar aviso aunque sea una vez mas por este medio

Rain dijo...

Ese es precisamente el arte de la escritura, Ms Davis, que una historia se puede retomar en cualquier momento y hscer como que no ha pasado el tiempo.

De todos modos, te diré que hay varios proyectos en este blog e historias inacabadas. Algunas de ellas continuarán y otras no. Las que no lo hacen se debe quizá a que la idea no era buena, no maduró o simplemente no es el momento (desde que publiqué este relato he escrito una novela y varios relatos cortos).

A veces, se plasman ideas que acaban dentro de una novela pero no es el caso.

Quién sabe si finalmente se podrá dar forma a ésta y otras ideas pendientes.

Un abrazo