En Nombre de la SUPERSTICION

El niño descansaba atado a la cama por fuertes cadenas que impedían su huída. Parecía dormir tranquilo, apenas minutos antes había vuelto a darle uno de aquellos siniestros ataques. Una vez más, ante la asustada mirada de sus padres, el infante había rugido como un demonio.

Su garganta emitió aullidos estremecedores e insultos dirigidos a sus familiares, a los que amenazaba con matarlos durante la noche. Decía ser Satanás y reía con la mirada perdida en la nada. Pero ahora estaba tranquilo, sedado. Los médicos no habían podido dar ninguna explicación al mal que lo aquejaba y recomendaban su internamiento en un centro psiquiátrico para una exhaustiva observación. Los padres se habían negado.

Lo mantenían encadenado para evitar sufrir agresiones violentas, como así había ocurrido en anteriores ocasiones y lo contemplaban desde el umbral de la puerta, mientras el niño reía a carcajadas y recitaba palabras en un idioma extraño. A veces intentaba librarse de las cadenas, sufría fuertes convulsiones que no hacían más que provocar heridas en sus muñecas y tobillos, pero el amor que sentían aquellos padres por su hijo era tan intenso, que justificaba la terrible decisión.

Aunque los médicos no lo decían abiertamente, probablemente por temor a salirse de las pautas científicas en las que se habían formado, sabían perfectamente lo que a la pobre criatura le pasaba: Estaba poseído por el demonio. Así se lo había dicho una vidente a la madre del muchacho. No había otra explicación, no podía haberla.

Pasaron varios días y el muchacho no mejoró. Su aspecto demacrado era cada vez más repelente. Sus ojos habían perdido la vida y estaban completamente blancos. Su boca, siempre abierta, mostraba unos labios morados, hinchados y el joven había adelgazado mucho. Daba angustia observar como el alma de aquel niño estaba siendo devorada por la crueldad del demonio.

Siguiendo los consejos de la vidente, localizaron a un curandero que solía luchar contra el mal practicando exorcismos por apenas 600 euros. Todo el dinero era poco si con ello se conseguía vencer al Diablo.

Allí se encontraban, en la fría habitación del muchacho que al ver al curandero comenzó a jactarse de él. Todo sucedió con demasiada rapidez, ante la atenta mirada de los familiares. El curandero comenzó a rociar el cuerpo del niño con un líquido de fuerte olor mientras éste gritaba y blasfemaba presa de un fingido dolor. Los padres rezaban junto a la vidente, que se había unido al espectáculo mientras encendía varias velas que fue dejando alrededor de la cama donde se encontraba el poseso. El curandero tropezó con una de aquellas velas que cayó al suelo y rodó, prendiendo las sábanas que comenzaron a arder rápidamente. El fuego cubrió por completo la cama y el cuerpo del niño fue atacado brutalmente por las llamas. Sus gritos no impidieron que sus padres continuaran en sus rezos y el niño, ahogado en su propio terror, contemplaba la vida desde la muerte.

El niño murió, una vez más se había podido vencer al mal con la voluntad de Dios. La posesión había finalizado. El diablo cobró sus 600 euros y se marchó dejando en la casa a unos padres desconsolados que seguían rezando por el alma de su propio hijo, ejecutado en nombre de la superstición.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre consigues sorprenderme, cuando parece que la historia va por un camino haces un giro soberbio que me deja los pelos de punta. ¡¡Sí señor!!

Anónimo dijo...

Gracias por avisarme, llevaba varios días entrando y no veñia nada nuevo y me parecia raro, pero la espera ha merecido la pena. Esperaba encontrarme lo que me dijiste de hombre slobo pero no sé, ya lo pondrás, ¿no?

Anónimo dijo...

Pobre niño, pero explicame una cosa, el diablo era el curandero?

Anónimo dijo...

Tus relatos por norma general son agresivos, pesimistas y desagradables, deberias mirarte la cabeza, no es normal.

Anónimo dijo...

a Rain
me encanta tu genero en el cual escribes los relatosm,sigue hasin y besos!!
Laura.

Anónimo dijo...

contemplaba la vida desde la muerte.
Que frase es impresionate,que escalofrios y cuanta verdad en este relato

Anónimo dijo...

Espeluznante.

Anónimo dijo...

me parece terrorifico como poco

Anónimo dijo...

Has pensado publicar una recopilación?
no me gustan todos por igual, pero en conujnto harían un buen libro.

Anónimo dijo...

Publicar un libro con estos y otros relatos sería interesante pero no se si habria alguna editorial interesada en ello, supongo que es dificil hacerse un hueco en el mundo literario y no sé hasta que punto un libro de relatos cortos es rentable para una editorial. Por mi parte no hay problema y si algun editor muestra interés se podría intentar algo.

Aprovecho para agradecer todos vuestros comentarios, tanto publicos como privados, y os animo a seguir leyendo este blog y ha participar en el con vuestras preguntas, criticas y comentarios.

Anónimo dijo...

Tal y como dices en nombre de la supersticion se han hecho muchas cosas terribles, el caso que explicas en este relato no e spura ficcion ya que situaciones parecidas se han dado en la vida real, los propias padres de un niño son capaces de hacer perrerias a sus propios hijos amparados en las creencias. Es terrible y tu relato refleja parte de una oscura realidad.

Eterno Death

Anónimo dijo...

Eres muy sensual escribiendo \\\"Guerrero de Acero\\\" , ya me gustaria probar tu espada.
Fuera broma, no me imaginabas que se te diese tan bien escribir.
fore, un abrazo.